Todos
recordamos con gran cariño,como cuando éramos pequeños y nuestro
padre o madre o el abuelo, nos leían un cuento sentados en la cama,
poco antes de ir a dormir. Esos cuentos, esas historias hacían
volar nuestra imaginación a mundos y planetas lejanos, con
personajes inventados o los propios de cada cuento.
En
ese momento empezábamos a soñar, a crear nuestra propia historia o
nuestro propio personaje o a intentar cambiar parte de cuento.
Ahora,
años después son aquellos niños, los que ahora le pueden contar un
cuento a su hijo a la hora de dormir.
Contar
un cuento en voz alta a nuestro hijo es una actividad de gran valor
intelectual, cognitivo y social para el peque. Y cuanto antes los
libros formen parte de la vida del peque, mejor, ya que el hábito
lector es muy importante para que se pueda realizar personal y
socialmente.
Los
beneficios de leer cuentos a los peques son varios:
-
Los cuentos estimulan la fantasía, la sensibilidad, la memoria y la
expresión de los más pequeños de la casa.
-
Los cuentos les ayudan a desarrollar el lenguaje, ampliando su
vocabulario, les proporcionan nuevos modelos de expresión oral,
aumenta la percepción y la comprensión.
-
Al leerles un cuento, los niños aprenden a escuchar con atención y
a ser pacientes, elementos importantes para el aprendizaje.
-
El escuchar un cuento, mejora el conocimiento espacio-temporal, dónde
y cuándo sucede la historia, qué sucede antes, qué sucede después
y al final.
-
Los cuentos también fomentan la empatía, la capacidad de ponerse en
el lugar de otro, en el lugar del personaje.
-
Los cuentos les trasmiten a los peques valores como la constancia,
la amistad, la honestidad, la lealtad, etc.
-
Les enseñan a identificar emociones como el miedo, el amor, la ira,
la envidia, el deseo o la frustración.
-
Mediante los cuentos, el niño puede identificarse con los personajes
y las situaciones de la historia y eso le puede facilitar la
resolución de problemas.
-
Que los papis les cuenten cuentos a los hijos, incrementa la
comunicación y la comunicación entre ambos y esto hace, que también
mejore la autoestima del pequeño.
Si ya les leéis un cuento a vuestro hijo antes de dormir, estupendo, a los que aún no lo hayáis hecho os animo a empezar, será muy enriquecedor para ambos.
TU TURNO: Y a vosotros ¿quién os leía un cuento sentado en la cama? ¿y cuál era vuestra historia favorita?
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6 comentarios
Hola Ana, totalmente de acuerdo con este tema, además podemos añadir también que, en edades tempranas, los cuentos nos facilitan el recuerdo, y cómo estos recuerdos ayudan a construir nuestra propia identidad y la de nuestros hijos.
ResponderEliminarOs dejo un enlace de un post en el que describo cómo la tecnología me ha ayudado a mí a inmortalizar uno de esos momentos tan maravillosos: me ha permitido grabar un cuento con mi voz y la de mi hija de 4 años, un trazo más para el recuerdo que perdurará en el tiempo y que permitirá, en un futuro, tal vez cuando mis hijas tengan mi edad, escuchar mi voz y su voz cuando eran pequeñas, y nuestras voces juntas, en un momento especial. Podrán conocerse un poco más a sí mismas, y esto les ayudará a construir su identidad, y a recordar sus orígenes. En caso de que los tenga, mis niet@s podrán oirlo también y sus recuerdos estarán más vivos que nunca.
Espero que os guste:
http://mamaquienhacogidomiipad.com/2015/03/25/mama-cuentame-un-cuento/
Muy interesante tu propuesta Mariola
EliminarYo todas las noches le leo a mi niño un cuento y es un momento especial de disfrutar los dos. Lo empecé a hacer cuando no tenia ni un Anito y ahora no puede pasar sin él :)
ResponderEliminarBesos, Ángela
Sin duda es un momento muy especial. Para mi, el más especial del día! Y no me lo salto nunca. A las peques les ayuda a relajarse y saben q después del cuento, toca irse a dormir.
EliminarYo les leo cuentos desde los 6 meses!
Sabias reflexiones!!! Yo a mi hijo, que era un bebé superinquieto empezé a leerle con 9 meses, las aventuras de un búho llamado plumi, se quedaba quieto mirándome fijamente
ResponderEliminarHoy con once años es un ávido lector, que es incapaz de dormirse sin leer.Su mayor placer es perderse en una librería y echarle un vistazo a los libros
Las maquinitas y la tele sólo lo entretienen cuando va muy cansado, también le gusta jugar al ajedrez. o las damas con su padre...Hay que fomentar las inquietudes y dedicarles tiempo, a leerles a jugar, a ir al monte, nosotros somos voraces lectores.Un besado
¡Qué gran testimonio! Gracias por contárnoslo.
EliminarYo espero que de mayor, como tu hijo, mis pequeñas también sean grandes lectoras.
¡Me encantan tus comentarios! ♥Gracias por dejarlos♥