El entrevistador no te conoce, así que se quedará con lo que vea de ti, con la primera impresión que le des.
Si vas desaliñado y vestido de forma informal, creerá que eres caótico trabajando y que no cuidas las formas, aunque realmente no sea así.
En nuestra casa, ese mismo efecto lo causa nuestra entrada.
Cuando tenemos invitados, lo primero que van a ver de nuestra casa es el recibidor.
La entrada de casa es nuestra carta de presentación.
Si ésta está desordenada, cajas por el suelo, papeles amontonados, etc. ¿qué crees que está diciendo del resto de la casa? No te deja en muy buen lugar.
Y no sólo de cara a las visitas, también por nosotros mismos.
El recibidor es el primer lugar que ves al entrar el casa, y del último que te despides.
Si te recibe con caos, lo que te dan ganas es de salir pitando de allí.
1. Analiza los muebles que tienes en tu entrada
Lo normal es que tengas un sitio donde dejar todo aquello que te quitas o llevas en las manos nada más entrar por la puerta de casa y lo último que coges antes de salir.
Un armario en el recibidor y una consola para dejar llaves y correspondencia es lo que todos solemos tener en este espacio de la casa.
Decide qué vas a guardar en estos muebles y sigue tu decisión a rajatabla.
La correspondencia, léela y si te interesa guárdala en un archivador y sino al contenedor de papel.
Aprovecha, para eliminar todo aquello que no necesitas y el resto de pertenencias que te quedes, búscales otro lugar más lógico para guardarlas.
En tu armario de entrada, por ejemplo, lo que haya en su interior debe ser fácilmente accesible para todo el que lo use y atender a sus características para que nada se deforme.
Hay prendas que están mejor colgadas, como los abrigos, otras sin embargo duran más tiempo si se guardan dobladas como las bufandas o pañuelos y otras como los bolsos que están mejor apoyados sobre su base.
En ellos depositamos todo lo que llevamos al entrar a casa y puede que se dé la paradoja que, en pleno verano, tengamos allí colgados gorros y bufandas de invierno.
Lo mejor para no acumular prendas en el recibidor, es eliminar superficies innecesarias.
Un armario en el recibidor y una consola para dejar llaves y correspondencia es lo que todos solemos tener en este espacio de la casa.
Decide qué vas a guardar en estos muebles y sigue tu decisión a rajatabla.
2. Elimina lo que no Quieres que esté en tu entrada
Examina bien tu recibidor y saca de él todo lo que no deba estar ahí, siguiendo las propias reglas que te has marcado.La correspondencia, léela y si te interesa guárdala en un archivador y sino al contenedor de papel.
Aprovecha, para eliminar todo aquello que no necesitas y el resto de pertenencias que te quedes, búscales otro lugar más lógico para guardarlas.
3. Clasifica lo que se queda en tu Recibidor
Almacénalo de la manera que más te facilite la vida.En tu armario de entrada, por ejemplo, lo que haya en su interior debe ser fácilmente accesible para todo el que lo use y atender a sus características para que nada se deforme.
Hay prendas que están mejor colgadas, como los abrigos, otras sin embargo duran más tiempo si se guardan dobladas como las bufandas o pañuelos y otras como los bolsos que están mejor apoyados sobre su base.
CONSEJO DE LA SEMANA:
Los percheros de pie no son una buena idea para el recibidor, ni para ningún lugar de la casa.En ellos depositamos todo lo que llevamos al entrar a casa y puede que se dé la paradoja que, en pleno verano, tengamos allí colgados gorros y bufandas de invierno.
Lo mejor para no acumular prendas en el recibidor, es eliminar superficies innecesarias.
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