Bueno más que una cuidadora es para ellas como una tercera abuela, se quieren con locura.

Y para mí es la salvación hecha persona, siempre que necesito algo, ella me dice sí, sin protestar. 

Toda madre que trabaja fuera de casa y necesita una ayuda externa para poder conciliar, sabe lo importante que es tener una persona de plena confianza, a la que dejas al cuidado de tu tesoro más preciado, tus peques. 

Le debemos muchísimo, así que siempre que tenemos la ocasión, intentamos demostrarle lo mucho que la apreciamos, y por supuesto en su cumpleaños no podía faltar un regalo para ella.

Daniela le dijo que le iba a hacer un dibujo muy especial y muy chulo porque era su regalo de cumpleaños.

Yo ya sé que contra eso no puedo competir, el valor sentimental de esas pequeñas cosas que salen de dentro del corazón de los niños, es inigualable.

Así que se me ocurrieron varias opciones para regalarle, ropa o zapatos, una planta, un bolso o un perfume,...pero no quería que al gastarse acabarán en un contenedor y el recuerdo de nuestro regalo con ellos. 

Y la planta, aunque no se marchitara, cuando volviera a su país, lo más seguro es que no pudiera llevársela. Descartada también.

Entonces, ¿qué le compró?

Lo tengo, ¿adivinas lo qué es?

Te doy pistas, no se desgastan, se los puede llevar a su país y siempre que se mire al espejo y los tenga puestos, se acordará de nosotros.

Unos pendientes! Sencillos pero muy ponibles. 

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