Mi madre siempre dice, que no sabe si hemos ganado o perdido con incorporarnos al mercado laboral.A mi la verdad, me encanta trabajar y odio la casa, el problema es ese el llegar a casa..y continuar el día.

Que razón tienes en todo lo que has escrito, me siento totalmente identificada. En los pocos ratitos que tengo para mi los dedico a hacer manualidades, me relajan !!!
Besos, Ángela

¡Qué gran razón llevas! Nosotros trabajamos generalmente desde casa, pero al final la que suele llevar todo soy yo. Papidire se va excusando con que tiene mucho trabajo y termino ocupándome de casi todo. Hace unos meses me pedí un día libre a la semana, una tarde es para mí (más alguna mañana que me saco de la manga) para ir con mis amigas a tomar café, darme un baño relajante o simplemente tirarme a escuchar música. Por lo general Papidire se hace el loco, pero le recuerdo que mañana es mi día para que se vaya haciendo a la idea je je je. Besotes

Uf, sé de lo que hablas. Yo tengo todos los días 2 horas para mí: una que la madrugo para salir a correr antes del ajetreo de salir al cole y al trabajo; y otra que la robo por la tarde, a veces para tan sólo tomarme un té con una revista en una cafetería mientras mi hijo está en una extraescolar. Pero aún así, no me llegan a nada.

¡Está claro! siempre hay que intentar tener un huequecito para una misma, que somos madres pero no dejamos de ser mujeres y querer cuidarnos a nosotras mismas :)

Ánimo con ese objetivo! yo por mi parte, los lunes me reservo 1 hora y media de yoga, y espero seguir así...algo es algo ;)

Un abrazo!