Esta mañana cuando venía al trabajo, estaba pensando que mi salón me da calor sólo con mirarlo.

Y es que todavía tengo puestas las cortinas tupidas en el mirador del salón, la alfombra de pelo largo, las mantas en los brazos del sofá, y los cojines que me recuerdan al otoño.

Si tu también quieres que el verano entre en tu salón sigue estos pasos y verás qué cambio.

1. Fuera Cortinas 

Si tienes puesto en el salón el dúo visillos más cortina, quédate sólo con los visillos.

Las cortinas tupidas están muy bien para la época de frío, porque además de aportar calidez, retienen el calor.

Pero ahora quieres que fluya la luz y que el poco fresquito que entre por la ventana, campe a sus anchas.

Así que quita la cortinas y llévalas a limpiar, que seguro han acumulado mucho polvo a lo largo del año.

Para guardarlas tienes 2 opciones, dejarlas en la tintorería hasta que las tengas que poner de nuevo, o colgarlas en alguno de tus armarios tal cuál te las entregado en la lavandería.

2. Suelo Despejado

Las alfombras, además de ser elementos decorativos, son aislantes.

En épocas de frío aislan el suelo para que lo sintamos cálido al pisar.

Pero en verano queremos exactamente el efecto contrario, así que toca guardarlas hasta el invierno que viene.

Al igual que las cortinas, conviene limpiarlas una vez al año, así que llévalas a algún establecimiento que tenga experiencia en este tipo de limpieza o bien limpialas en casa.

Es muy importante, que dejes secar muy bien la alfombra antes de guardarla, para evitar malos olores y que se estropee.

Hay algunas tintorerías, que además de limpiarlas, te permiten dejarlas en depósito todo el verano sin coste adicional. Así te evitas tener que guardarlas en casa.

Si prefieres almacenarla en casa, enrrollala de manera que la parte que pisas quede por dentro y así protegida. 

Y luego decide dónde guardarla, puede ser de forma vertical detrás de la puerta, en horizontal detrás de alguno de los sofas, o en el trastero fuera del salón.

Puede ser que te guste tener una alfombra en el salón por su efecto decorativo, en ese caso, hazte con una alfombra de verano que aportará frescura por sus tonos y por ser menos pesada a la vista.

3. Bye-bye mantas

¿Hay algo más placentero en invierno que sentarse en el sofá arropado por una mantita?

Pocas cosas más se me ocurren...pero en verano queremos las mantas bien lejos.

Así que límpialas y guardalas hasta que vuelvas a necesitarlas.

A mí me gusta tenerlas a mano, por si acaso me apetece echarme una siestecita con manta en el sofá en verano, y por ello las guardo enrrolladas en un cesto.

Además de tenerlas disponibles, el efecto decorativo merece la pena.

4. Renueva los cojines

En verano nos apetecen otro tipo de tejidos y de colores que en invierno, a la hora de vestir.

Pues a tu salón le pasa lo mismo, necesita refrescar su vestimenta, y qué mejor que hacerlo con los cojines.

Para que te salga más económico y más práctico el cambio, compra fundas de cojines del mismo tamaño que las que tienes para invierno.

De esta forma, podrás aprovechar el relleno y sólo tendrás que guardar las fundas de los cojines entre temporadas.

Aprovecha el cesto donde has guardado las mantas, y guarda en el mismo sitio las fundas de los cojines. Eso si, lávalas antes de guardarlas.

5. Despeja las Superficies al Máximo

Unas superficies libres de elementos decorativos innecesarios, hará que limpiar sea mucho más rápido y fácil.

TU TURNO: ¿Te gusta cambiar la decoración de tu salón en verano? ¿Qué sueles hacer para referescarlo?